viernes, 12 de marzo de 2010

ENTRAVISTA CON CAMARÓN DE LA ISLA

ENTREVISTA CON LA CHISPA

El tiempo no cura, rasga la fibra del alma. Se lo dijo a Dolores su madre, que Dios la tenga en su gloria, cuando hace 16 años se le murió de cáncer José Monge Cruz y la dejó, con cuatro chiquillos, eternamente viuda de Camarón

«El médico dijo que su problema no eran las drogas sino el tabaco»
Actualizado Jueves, 04-12-08 a las 05:56
-«Chispa», ¿qué es ser viuda de un mito?
-Vivir con el recuerdo a todas horas. A mi marido no lo tengo, pero Camarón siempre está ahí. Tenía 32 años cuando en tres meses se lo llevó Dios. Tú sabes que los gitanos nos casamos y vivimos para nuestros maridos, nuestra casa y nuestros hijos, y yo me quedé ahí, siendo su viuda, viviendo para él y para mis hijos. Y cuesta mucho dar ese ejemplo para que te respeten y estar en tu sitio. Donde voy me lo recuerdan, donde entro veo su foto y por la calle le oigo cantar, y si estoy viendo la tele, sale. La herida no se cierra. Mi destino era ser su viuda; también, mi orgullo.
-¿Nunca pensó en rehacer su vida?
-A mí se me murió mi marido, que para los gitanos es el rey del cante, y para mí se acabaron los hombres.
-Pues está usted estupenda.
-No porque me cuide, es genética: mi madre murió con 77 años y sin una arruga.
-¿Hubiera preferido que aquel gitano rubio y guapo hubiera sido un tipo «normal»?
-A veces, sí. Le gustaban mucho los toros y la guitarra, pero tenía el don de cantar y fue por ahí por donde lo tuvo más fácil para ganar dinero y triunfar. No paraba de estudiar música, porque eso es como la informática, que nunca se acaba. Yo ahora podría tener dos casas, ¿y para qué? ¡Ojalá tuviera a mi marido!
-Todas las noches besa la foto del hombre con quien se casó. ¿Cómo era?
-Un hombre bueno; sencillo y muy difícil a la vez, porque los genios son así. Su música, sus hijos y yo éramos todo para él.
-Camarón le robó a José. ¿Se sintió sola?
-Nunca. El artista tiene una vida muy sacrificada, de mucha carretera, pero él no era de trabajar todas las noches en un tablao. Trabajaba un sábado en París y yo lo organizaba para irme con él y a las ocho de la mañana, sin dormir, volvíamos para recoger a los niños y que fueran el lunes al colegio. Así era.
-Pero la noche lo enganchó. ¿Tuvo miedo?
-Me casé con 16 años y quería ser madre pronto porque para mí un niño era como un muñeco. A Luis no lo tuve hasta dos años después. Luego nació Gema, y fue cuando me di cuenta de la responsabilidad de estar casada y tener hijos, en lo que no había pensado antes por la vida tan precipitada que llevábamos. Entonces tuve miedo, pero me encontraba amparada por mi padre, por mi familia.
-Es una mujer valiente. Cuando la avisan del problema de Camarón con las drogas va a por el psiquiatra Marcelo Camus, que trataba a otros famosos, y lo lleva a su casa.
-Mi marido se sintió mal antes de un concierto y llamé a Marcelo. Vino a verlo y me dijo: «Estate tranquila porque este hombre puede entrar y salir cuando quiera de ese problema; lo que no voy a poder curarle es su adicción al tabaco».
-Se quedó con cuatro niños pequeñitos...
-Habían vendido muchos discos y me lo gasté todo en llevármelo a América; pasó como con Rocío Jurado, pobrecita. No me duele haberlo hecho, tengo la conciencia muy tranquila. Pero me decían los médicos: «Que este hombre haga testamento, que se va»; y yo, que no, que si hay vida, hay esperanza. Luego estuve cuatro años gastando dinero en notarios y abogados para poner las cosas en regla. Mi marido no figuraba ni como autónomo ni como que hubiera trabajado nunca. Imagínese. Me dieron un homenaje los toreros (Romero, Antoñete y Manzanares); su manager, otro en Madrid, y otros gitanitos de Barcelona me ayudaron sin yo pedirlo.
-Ahora es empresaria.
-Bueno, tengo una lencería.Vendo cositas buenas españolas, francesas... de calidad, porque yo no entro en lo de un euro.
-Sería rica desnudando su vida en platós...
-No puedo, no me gusta. Han tardado dos años en convencerme para el libro. Y, sin embargo, mire cuántos hicieron y hacen negocio con el mito. A mí me ofrecen cintas de él por dineros que no tengo. Y en San Fernando, su pueblo, donde no tiene una calle, han hecho una ruta con su nombre, sin consultarnos. Pues ya va siendo hora de que sepan todos que Camarón tiene una viuda y unos hijos.









NOTICIA SOBRE EL LIBRO DE CAMARÓN


Chispa: "Hace 16 años que me falta mi marido, pero Camarón sigue ahí".


El madrileño Corral de la Morería acogió la presentación del libro 'La chispa de Camarón', donde la viuda del cantaor de
San Fernando cuenta que "era muy sencillo pero muy difícil: era un genio".
"José era un niño precioso. Rubio con el pelo rizado, muy delgadito… Cuentan que era como un rabo de lagartija,
no estaba quieto… Salía de su casa y se metía en las de las vecinas pidiendo pan. En ese momento era la alegría
de la casa", cuenta Dolores Montoya, 'Chispa', en La chispa de Camarón, libro que ha escrito la viuda del cantaor junto al
periodista isleño Alfonso Rodríguez, y que fue presentado ayer en el tablao flamenco madrileño 'El Corral de la Morería'.
Editado por Espasa, en gran formato de lujo, el libro es la vida de Camarón contada por su viuda, pero también por las
hermanas del cantaor isleño y de algunos de sus amigos más cercanos, como Raimundo Amador, Lolita Flores, Niña
Pastori, Pansequito, Kiko Veneno, Pepe de Lucía, etc…, con la ausencia inexplicable de Paco de Lucía por mucho
que el coautor revelara que estaba grabando en el extranjero y que Chispa destacara la escasa relación personal que
tenía con el guitarrista algecireño.
Pero, ante todo, es la palabra de Chispa, que ayer, rodeada de medios de comunicación y en lo alto de un tablao en el
que triunfó por fandangos el mismísimo Camarón -según recordó la bailaora y propietaria del local, Blanca del Rey-, explicó
que el libro no era como otros que se habían escrito, contado por terceros "sobre lo que dice y piensa la gente" sino
desde la cercanía de quien, de entrada, puede decir: "Hace ya 16 años que falta mi marido. Claro, me falta mi marido,
pero Camarón está ahí; la gente lo quiere y lo recuerda".
Dolores Montoya, acompañada por algunos de sus hijos, que se mantuvieron en un segundo plano, habló con franqueza
y naturalidad en todo momento: "(Camarón) era muy sencillo y muy fácil, pero muy difícil: era un genio". "Es muy difícil
escribir su vida y hacer una película como han hecho", agregó la viuda de Camarón, que no se mostró muy conforme con la
reciente cinta cinematográfica de su marido sin desmerecer, en ningún momento, el trabajo de los actores.
Ella limitó su testimonio a cuando entró con apenas 16 años en la casa de Camarón y hasta enviudar "con mis cuatro hijos
muy pequeños". "Pero gracias a Dios, mis hijos son mayores, he casado a mis hijas y tengo mis nietos", sentenció
Chispa, que se dio por satisfecha por "estar todavía aquí" después del tiempo que ha pasado.
Alfonso Rodríguez, el reportero isleño que, como dijo Chispa, logró convencerla, "machacándome un poquito un día, otro
día", para ponerle letra a este libro, destacó que la obra era, sobre todo, un intento de darle respuestas a "los seguidores
de Camarón que merecemos conocer la parte más íntima del cantaor".
El periodista dijo que Dolores Montoya "no tenía datos sino recuerdos desde el sentimiento, y hubo que excavar en la
memoria", y subrayó los testimonios de Isabel y Remedios, hermanas del artista isleño, de la gente de las Callejuelas, y
de sus amigos que forman parte de "un libro que es un ensayo de investigación novelado en la voz (principal) de
Dolores". "Aportan datos importantes que nos ayudan para construir para la gente quién fue Camarón", explicó Rodríguez.
Según el coautor del libro, el cantaor isleño era "afable, cariñoso, especial, libre por encima de todo y de todos desde
la humildad". "Vivió como quería: libre hasta el día de su muerte", agregó.
Y, como artista, participó decisivamente en "la conversión del flamenco ventero en el flamenco de tablao".
La chispa de Camarón se acompaña también de una reproducción de un concierto inédito de Camarón, "un documento
sonoro donde se han respetado los murmullos, los comentarios del público, el ambiente que vivió en aquel concierto de
verano de 1988, noche que ha quedado en la memoria de los partidarios y los paisanos de Camarón de la Isla", destacó la
editorial.
Muchas de las fotos que aparecen en el libro -entre ellas la de la portada- han sido cedidas por el prestigioso fotógrafo
gaditano Joaquín Hernández Conde, Kiki, histórico redactor gráfico de Diario de Cádiz.




lunes, 8 de marzo de 2010

nuestros sueños,camaron


Que feliz soy contigo,contigo.
Tu m'as quitao la espina y las penas
de mi negro camino.
Y ahora puedo gritar y cantar
a la vida tu encanto mi amor,
lo que por ti suspiro.

Te quiero vida mia
porque tu eres la estrella,
que ilumina mi sueño
y te canta mi alma
tu eres lo que mas quiero.BIS

Quiero navegar,contigo,
en un mundo nuevo.
Y volar en el espacio
ay enredar tu pelo
y sentarme entre las nubes,
acariciando tu cuerpo.
Y volando,volando,volando,
y fudia tu piel con mi piel,
con miles de estrellas,
que alumbran el camino
de nuestros sueños.

Te quiero vida mia
porque tu eres la estrella,
que ilumina mi sueño
y te canta mi alma
tu eres lo que mas quiero.BIS

Te quiero vida mia,
lerelelele...